Beneficios de la Intervención Asistida con Perros en personas con Trastorno del Espectro Autista
Wildsoulers, como bien sabéis, son muchas las temáticas que desde la asociación abarcamos, desde la concienciación en aspectos que afectan al medio ambiente, hasta intereses más concretos relacionados con nuestra manera de interaccionar con los animales. Hoy, en cambio, queremos hablaros sobre los beneficios que genera uno de nuestros principales servicios: la intervención asistida con perros en personas con trastorno del espectro autista (TEA).
El contacto con un perro ayuda a reducir la ansiedad y la hipersensibilidad
Algo que habitualmente repetimos es que las Intervenciones Asistidas con Animales hacen incidencia en todas las áreas que componen a las personas gracias a la conexión y motivación genuina que nace del mero contacto con un animal. Y, precisamente, esta unión tan maravillosa está muy presente en las sesiones con las personas con Trastorno del Espectro Autista.
En varias ocasiones, nos han preguntado cuál creemos que es el motivo principal por el que la intervención asistida con animales mejora la calidad de vida de las personas con TEA y siempre les contestamos lo mismo: porque los animales y las personas con autismo se rigen por un mismo lenguaje y es, básicamente, el emocional e instintivo. Si encima, a esto, le sumas que las personas con Trastorno del Espectro Autista no se sienten ni juzgadas ni obligadas por los perros en las sesiones, el resultado que se obtiene no puede ser otro que el que a día de hoy observamos.
Tal y como íbamos diciendo, la simple presencia de un animal, implica una conexión natural y que, además, es diferente a las que se establecen por norma general en la sociedad. En ese vínculo que se genera a lo largo de las sesiones, el participante se siente completamente libre de ser quién es y, precisamente, es ese canal que se abre el que los terapeutas aprovechamos para poder potenciar las capacidades y dar apoyo a las necesidades.
Los beneficios que, sobre todo, observamos en personas con TEA están vinculados a sus habilidades emocionales y sociales. Con el paso de las sesiones, en general, los participantes muestran una mayor comunicación bidireccional basada en el contacto físico y visual, es decir, aumentan las interacciones con humanos, animales y materiales, disminuye la sensibilidad física y se potencia el uso de la mirada la cual se caracteriza por tener una atención compartida con un tercero.
Otro punto en el que las personas con trastorno del espectro autista muestran beneficios tras vivenciar sesiones de intervención asistida con perros es la reducción de la ansiedad. Este estado emocional suele estar muy presente en sus vidas debido a varios motivos, entre ellos, los constantes cambios en su alrededor y la habitual ausencia de comprensión por parte del mundo hacia la comunicación de sus necesidades.
En los programas de intervención asistida con perros, los profesionales que formamos parte de ellos tratamos de, mediante el juego, ayudar a los participantes a adquirir estrategias ante situaciones de cambio y damos recursos físicos para facilitarles la expresión de sus necesidades, por ejemplo, con el uso de pictogramas.
Además, dicha ansiedad se ve altamente reducida gracias al contacto físico con el perro: está comprobado científicamente que, acariciar a un perro, normaliza la frecuencia respiratoria y la cardíaca.
En definitiva, el trastorno del espectro autista es uno de los colectivos más conocidos en cuanto a los resultados positivos en la intervención asistida con animales. Para nosotros, los dos motivos principales son, por un lado, por la sensibilidad y conexión con el mundo emocional que comparten los animales y las personas con TEA y, por otro, por la ausencia de juicio (no les importa si haces las cosas bien o mal, ellos se mantienen ahí, incondicionales…) y de obligaciones.
Se realizan juegos para potenciar la "atención compartida" o la capacidad de participar en el interés de otro
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