Consejos Para un Paseo con Calidad (2/2): El Paseo Empieza En Casa
Sabemos que ver al perro saltar, correr por la casa o reaccionar ante un “nos vamos” o “vamos a la calle” suele gustar mucho a las personas e, incluso, se llega a relacionar con que el perro está contento. Pero, muchas veces, esta excitación esconde miedos, preocupaciones y ansiedad.
Además, salir a la calle con este nerviosismo incrementa las posibilidades de situaciones reactivas y negativas.
Es por ello que, si queremos un paseo de calidad y tranquilo, el primer paso debe darse en casa.
Como os comentábamos en el artículo “EL PASEO ES SU MOMENTO” aquí sólo os daremos unas bases y que, en perros con alta reactividad y/o excitación os recomendamos contactar con un educador canino para recibir unas pautas más específicas.
Entonces, ¿qué debo hacer para salir de una manera tranquila a la calle?
Muévete con tranquilidad y naturalidad: Cuando vayas a salir a pasear muévete, poco a poco, por la casa, sin decir nada, y coge el arnés y correa tranquilamente. Cabe destacar el concepto “naturalidad” ya que, cuando tomamos consciencia de nuestros movimientos estos se vuelven algo más forzados y acabamos pareciendo un Tiranosaurio Rex y eso preocupa mucho a los perros.
Párate y agáchate cuando veas que tu perro empieza a ponerse nervioso: Cada paso nuevo que des en el proceso de poner el arnés y salir a la calle va a poner nervioso a tu perro porque anticipa qué va a pasar, por lo que, cada vez que veas que tu perro se pone nervioso, agáchate y, hasta que no veas en él señales de calma o de apaciguamiento (bostezo, olfatear el suelo, girar la cabeza, sentarse…), no avances. Es importante tener en cuenta que, al principio, la exigencia tiene que ser muy baja ya que el perro no entenderá qué estamos haciendo. Poco a poco, vais a ir pudiendo pedirle más de calma.
Evitar el uso de órdenes o comandos: El uso de órdenes (sienta, quieto…) en esta ocasión lo único que hará es que el perro contenga sus emociones, las cuales acaban por “explotar” en la calle. Por eso es tan importante acudir a la comunicación, pues las señales son las que les harán entender qué les estamos pidiendo.
Salida a la calle con calma: El momento de salir por la puerta también debe ser tranquilo. Normalmente, cuando se abre la puerta, el perro sale disparado por ella. Y eso puede hacer que puedan darse conflictos con estímulos que haya en la calle en ese momento. Nuevamente, no es por dominancia que quiera salir, son las ganas, la ansiedad y el estrés. En esta situación repetiremos lo mismo que anteriormente, señales de calma y, en el caso que quiera salir disparado, trataremos de poner nuestro cuerpo entre la puerta y el perro y haremos señales de calma (giraremos la cabeza, nos agacharemos…), cuando dichas señales sean respondidas, daremos otro paso más. volvemos a repetir que al principio no pediremos tanta calma, poco a poco, le iremos demandando más.
Puede parecer muy largo y pesado de trabajar pero todo esto ahorrará problemas y dará más tranquilidad y calidad al paseo. Y, para poder conseguirlo necesitamos: CALMA, PACIENCIA, SILENCIO Y COMUNICACIÓN.
Este momento es bastante complejo, por lo que os animamos a contactarnos para poder resolver dudas.
Foto: Martin Behrendt en Unsplash
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