Consejos y mitos sobre la Adopción
Decidir incorporar a un miembro más a la familia es una decisión importante, más allá de si es humano o no, pues modifica las rutinas a las que se está acostumbrado e, implica, asegurar el bienestar de ese nuevo ser. Por lo tanto, hay dos preguntas claves que debes hacerte:
¿Tengo suficientes recursos económicos como para hacer frente a la llegada de otro miembro a la familia? ya no solo por los gastos cotidianos como alimentación de calidad y consultas rutinarias al veterinario, sino gastos que pueden ser más puntuales pero más elevados como los que implican una enfermedad (cirugía, medicación, tratamiento, rehabilitación....) o problemas de conducta (contratar los servicios de un educador/a, etólogo/a…)
¿Tengo el tiempo suficiente como para proporcionarle cada día momentos de calidad? paseos adaptados a sus necesidades, tiempo de juego, estimulación mental…
Si en ambos casos la respuesta ha sido afirmativa, sigue leyendo y permítenos desmontar ciertos mitos.
El primer consejo que te daremos es: OLVÍDATE DE RAZAS, TAMAÑOS Y EDAD.
MITOS SOBRE LAS RAZAS
Normalmente, solemos encapricharnos de razas en concreto debido la estética de éstas o porque se ponen de moda o porque cierta película/serie te ha hecho creer que si coges a uno de esa misma razas, viviréis las mismas aventuras. OLVÍDATE, todo esto es FALSO. Las razas fueron manipuladas por el ser humano para que cubrieran funciones específicas en el ámbito laboral, ya sea de protección o de caza, por lo que hemos provocado que las razas tengan tendencia a un tipo de conducta o a otra cuando los niveles de estrés aumentan. Así que, más que por estética, adopta a aquél animal que veas que su temperamento y predisposición son compatibles con tu día a día.
Por otro lado, suelen preferirse razas puras, con “pedigree” sin llegar a ser conscientes que la constante manipulación de las razas por parte del ser humano ha ocasionado que cada vez aumenten más los problemas de salud en estas. Cada vez nos encontramos con más Pastores Alemanes con displasias de cadera más graves y a más pronta edad; Carlinos que con una esperanza de vida más corta por problemas respiratorios, etc.
Científicamente, se ha demostrado que perros mestizos o cruzados tienen menos predisposición a las enfermedades de sus razas y que tienen una salud mucho más fuerte.
Finalmente, debemos dejar atrás también la idea que nos ha impuesto la sociedad sobre la existencia de razas peligrosas. Todo depende de la educación que reciba el animal y el estrés al que lo sometas. Si ofreces una educación amable y te preocupas por de mantener bajos los niveles de estrés, podemos asegurarte que tendrás a un animal equilibrado y sin problemas de conducta.
MITOS SOBRE EL TAMAÑO
Muchas veces creemos que por vivir en un piso no podemos convivir con perros de tamaño grande y es una creencia totalmente falsa. Realmente es más por comodidad humana que por bienestar animal. Lo que importa no es el tamaño, sino la estimulación mental, la educación que el animal reciba y la calidad de los paseos. Si eres capaz de cubrir estos tres aspectos, en casa tendrás puras mantas de tamaños diversos.
MITOS SOBRE LA EDAD
¿Quién no ha escuchado/pensado que es mejor coger a un cachorro para que se acostumbre/adapte más fácilmente? La realidad no podría estar más lejos de esta afirmación.
Cuando adoptas a un cachorro desconoces temperamento y declinaciones conductuales, debes hacer frente a todas las etapas sensibles (de miedos) por las que pasa desde que nace hasta los dos años y saber actuar ante ellas para evitar problemas futuros, posiblemente vivas destrucción del mobiliario, etc.
En cambio, cuando adoptas a un perro mayor de 2 años puedes conocer historia, temperamento, situaciones con las que te encontrarás, lo compatible que puede ser para tu día a día. Y, todo esto, con la misma ventaja que tiene adoptar a un cachorro: tienes animal en la familia durante largos años.
Además, con un perro de dos años o más sabes perfectamente qué tamaño tiene así que, no lo abandonarás por “crecer demasiado” como pasa con el 60% de los cachorros.
MITOS SOBRE LA ADOPCIÓN
Nos rompe el corazón cada vez que escuchamos que una familia ha preferido comprar que adoptar porque “los perros de protectora vienen con taras”. Esto no es real pues, pese a que haya empezado su historia en malas manos o porque las protectoras no sean el espacio con mejores niveles de estrés, los animales tienen una resiliencia y un nivel de aprendizaje muy elevados. Por lo tanto, en las protectoras podrás encontrar animales que podrán convivir perfectamente contigo y que, en caso de tener algún problema a nivel de conducta, podrá solucionarse con la ayuda de un educador/a o etólogo/a.
Concretamente, en Wild Souls hacemos terapias a personas en riesgo de exclusión social y con diversidad funcional con animales adoptados de protectoras. Perros y gatos adoptados a diferentes edades y de diversas razas y, desde que empezamos a trabajar no hemos vivido una sola situación conflictiva con ninguno de los/las participantes.
Como popularmente es conocido: “siempre hay un roto para un descosido” así que si estás pensando en aumentar la familia, adopta a uno de nuestros casos o contáctanos, pues tenemos un servicio GRATUITO en el que te acompañamos a escoger al animal con el que la convivencia y la adaptación será perfecta.
Déjate aconsejar y llevar olvidándote de las exigencias y las preferencias. Un animal no es un pantalón o un mueble del que tengas que pedir talla o color. Un animal es un ser sintiente con el que sumar, más allá de lo físico, más allá de las creencias, más allá de las etiquetas.
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